En la isla canaria de La Gomera 000 habitantes Naturaleza en estado puro Agulo: ¿el paraíso terrenal? Agulo es una pequeña localidad de 1.000 habitantes de la isla de La Gomera, provincia de Santa Cruz de Tenerife. Se desconoce a ciencia cierta si su nombre se lo...
Pueblos
Agulo
Comillas
En Cantabria 2156 habitantes Villa medieval, barroca y modernista Orígenes prehistóricos Comillas: historia, cultura, mar y gastronomía Comillas destaca por sus impresionantes edificios medievales, barrocos y modernistas. Fue cuna de la Universidad Pontificia...
Candelario
Provincia de Salamanca 100 habitantes Pueblo de montaña Arquitectura tradicional Reserva de la Biosfera UNESCO Candelario: bosques, fiestas populares y tradiciones ancestrales Es Bien de Interés Cultural (Conjunto Histórico) desde 1973. El área circundante ha sido...
Cadaqués
En la provincia de Girona Casi 3.000 habitantes Casa-Museo Salvador Dalí La localidad más oriental de la Península Ibérica Cadaqués: el Sol amanece aquí Situada en la provincia de Girona, en el cabo de Creus, es la localidad más oriental de la Península Ibérica, el...
Pedraza de la Sierra
Provincia de Segovia 350 habitantes Villa medieval amurallada Conjunto Histórico Pedraza: un pueblo de película En Segovia, no más de 350 habitantes, Conjunto Histórico desde 1951, villa medieval amurallada. Su época de mayor esplendor tuvo lugar en los siglos XVI y...
Altea
En la provincia de Alicante (Alacant) 22.000 habitantes Costa Blanca Altea: playas, historia y leyendas con mucho misterio Altea está en la Costa Blanca alicantina. Tiene 22.000 habitantes y linda al norte con l´Alfàs del Pi y con Calp al sur. Clima mediterráneo...
Valldemossa
Isla de Mallorca (Baleares) Origen árabe 1945 habitantes Valldemossa: Chopin y Un invierno en Mallorca En la isla de Mallorca. Calles empinadas, intrincadas y estrechas. De origen árabe. Fundada por el noble musulmán Muça, Valldemussa, y la actual Valldemossa. La...
Burgo de Osma
Provincia de Soria Conjunto Histórico-Artístico 4926 habitantes El Burgo de Osma: cultura por los cuatro costados Ha sido declarada Villa de Interés Turistico en 1962 y Conjunto Histórico-Artístico en 1993. Surcada por los ríos Ucero y Abión, pequeños afluentes del...
Sallent de Gállego
En la provincia de Huesca Pirineo aragonés Monumento Natural a los Glaciares Pirenaicos 1463 habitantes Sallent de Gállego: montañas, ríos, cataratas y Embalse de Lanuza Donde nacen los ríos Gállego y Aguas Limpias. A un paso de la frontera con Francia. En los...
Olvera
Provincia de Cádiz Conjunto Histórico-Artístico 8120 habitantes Rutas verdes Olvera: sierra, ríos, naturaleza virgen, castillos y murallas A 130 km de Cádiz. Alrededor de 8.000 habitantes y a 640 metros sobre el nivel del mar. Amplios olivares. Tierra de buitres...
Lastres
En Asturias Villa marinera de origen romano 1200 habitantes Lastres: en su litoral se pescaron ballenas hace 500 años Ubicada en la parte occidental de Asturias. Puerto de origen romano. En el siglo XVI se pescaban ballenas en su costa. Unos 2.000 habitantes....
Ainsa
En la provincia de Huesca Conjunto Histórico-Artístico 2315 habitantes Aínsa: un parque natural con mucha historia Localidad situada en el Alto Pirineo, provincia de Huesca. Forma parte del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Poco más de 2.000...
Frías
Provincia de Burgos 254 habitantes Uno de los pueblos más bonitos del mundo Frías: pueblo lindo, histórico y acogedor En castellano viejo, Aguas Fridas (agua frías). A 80 km de Burgos. Cerca de 300 habitantes. Muchísmo por ver y disfrutar: Casas Colgadas: de madera y...
Setenil de las Bodegas
Provincia de Cádiz 2732 habitantes Conjunto Histórico-Artístico Ruta de los pueblos blancos Setenil de las Bodegas: arte, historia y gastronomía En la provincia de Cádíz, a 160 km de la capital, a 640 m sobre el nivel del mar y con 2.800 habitantes. Declarado Conjunto...
Olite
Navarra 3931 habitantes Monumentos de la época romana y medievales Olite: ciudad favorita de los reyes de Navarra Erriberri en euskera. A 40 km de Pamplona y 50 de Tuedela. Alrededor de 4.000 habitantes. A 400 m sobre el nivel del mar, Por aquí pasaron las huestes...
Priego de Córdoba
En la provincia de Córdoba 22585 habitantes Estilo barroco Fuentes y manantiales Museos, arquitectura civil e iglesias Priego de Córdoba: joya del barroco cordobés Tierra de olivares y aceite. Ciudad del agua con multitud de manantiales naturales. Con 22.000 almas....
Vejer de la Frontera
En la provincia de Cádiz 12800 habitantes Arte, museos e historia Playa, parques naturales y bosques Vejer de la Frontera: museos, arte, historia, naturaleza y playas A 200 metros sobre el nivel del mar y a 8 km de la costa. En la provincia de Cádiz, localidad...
Besalú
En la provincia de Girona 2467 habitantes Conjunto Histórico Artístico Besalú: genuina arquitectura medieval Antigua Bisuldunum, la actual Besalú, enclavada en la provincia de Girona, cuenta con un censo de 2.500 habitantes. Arquitectura de la Edad Media cien por...
Hondarribia
En la provincia de Guipúzcoa 17018 habitantes Mar, historia y cultura Hondarribia: monumentos, fiestas, tradiciones y playa Sita en la provincia vasca de Guipúzcoa, a 20 km de San Sebastián, en la desembocadura del río Bidasoa, muy cerca de Irún y Hendaya (Francia)....
Castellfollit de la Roca
En la provincia de Girona Menos de 1.000 habitantes, 956 exactamente Zona volcánica Castellfollit de la Roca: un paraíso para vivir toda la vida El pueblo, de menos de 1.000 habitantes, y de tan solo 1 km2 de superficie, está asentado sobre una roca de basalto a 50...
La Alberca
En la provincia de Salamanca 1107 habitantes Conjunto Histórico Artístico La Alberca: historia, naturaleza y leyendas Su nombre deriva de la palabra hebrea bereka, que los árabes transformaron en Al-Bereka, lugar de aguas. Es Conjunto Histórico Artístico desde 1940....
Santillana del Mar
En Cantabria 4172 habitantes Las Cuevas de Altamira Conjunto Histórico Artístico Santillana del Mar: las Cuevas de Altamira y las tres mentiras A un suspiro de Santillana del Mar está la Capilla Sixtina del arte paleolítico, las universales Cuevas de Altamira...
Cudillero
En Asturias Concejo de 5.078 habitantes Arte, naturaleza y mar Cudillero: castros celtas, acantalidos y cuadros de Goya y El Greco La Quinta de Seigas (siglo XIX) alberga obras pictóricas de Goya, El Greco y Luca Giordano. Cudillero, Cuideru en bable, es una villa y...
Albarracín
Provincia de Teruel Monumento Nacional 1016 habitantes Conjunto histórico singular Albarracín: alta, bella y deslumbrante De origen celta, los romanos la llamaron Alcartam y los bereberes Aben Razin. Sita en la provincia de Teruel, en un peñón a casi 1.200 metros de...
Ronda
Provincia de Málaga Cerca de 35.000 habitantes En plena sierra y a un paso del mar Temperatura media anual: 16º Casco histórico, pinturas rupestres, multicultural, turismo rural Ronda: pinturas rupestres, cultura, ópera y Carmen El músico francés Georges Bizet se...
Pueblos bonitos: si bonito y pequeño, dos veces bueno y bonito
España está plagada de pueblos bonitos.
Pueblos bonitos diseminados por toda la geografía española.
Tienes pueblos bonitos a una hora, dos o tres horas de tu domicilio.
Cerca de ti: de una montaña, de una playa o del mar abierto, al lado de un río grande o un riachuelo chiquito. O en plena llanura: rodeado de paciencia, silencio y soledad.
En Sitios Bonitos te vamos a dar algunas pistas para que encuentres el pueblo bonito que mejor va con tu propia personalidad.
En casi todas las listas, Albarracín es el pueblo español que aparece como uno de los pueblos más bonitos del mundo.
¿Qué hace bonito a un pueblo cualquiera?
La mayoría reúne todas o algunas de la siguientes características:
Tienen encanto
Es una propiedad muy subjetiva. Son pueblos que transmiten una emoción singular que no cabe en ninguna definición al uso. Tienen encanto, estilo, son únicos. El encanto se respira en el ambiente. Se tiene o no se tiene.
Viven pocos habitantes
Casi siempre son localidades de menos de 1.000 almas. Lo normal es que su censo no pase de algunos centenares, incluso es habitual que no supere algunas decenas. De uno u otro modo, son pueblos que se resisten a desaparecer del mapa. Persisten en su ser, en sus ganas de vivir a contracorriente de todas las modernidades habidas y por haber. Se mantienen fieles a sí mismos: solo vivir, solo existir, solo pasar la vida sin pretensiones vanas de grandeza. Hacen historia en las cosas cotidianas, en el día a día, en el sosisego de respirar a pleno pulmón la fiesta de ser lo que son sin aspiraciones de ni ambiciones vanas de todo o nada.
Su personalidad es evidente
Cuando se atisban en el horizonte, los pueblos bonitos asoman a la mirada atenta como entes con carácter y personalidad. Desde el primer contacto visual con los contornos de su perímetro vital, se sabe que tienen peso específico, que albergan un interior sobresaliente, que son alguien que tienen mucho que decir y contar si somos capaces de escuchar los latidos históricos que salen de su corazón. Un pueblo bonito que se sabe bello exhala un aura especial que nunca escapa a la sensibilidad abierta y expectante de una persona madura, atenta y empática con la belleza histórica y natural del mundo que le rodea.
Arquitectura tradicional
No se trata, aunque puede ser que sí, que el pueblo bonito tenga edificios civiles, religiosos o militares, o bien monumentos cargados de orgullo, de especial significación histórica o cultural. Pero sí es necesario que su arquitectura tradicional, la que cobija el sentir de la gente, tenga algo singular que muestre la diferencia de sus casas. Una arquitectura peculiar traslada armonía espiritual a los visitantes o forasteros. La armonía acoge en su seno sin ruidos estéticos innecesarios.
Entorno ecológico
Todo pueblo bonito tiene hitos geográficos que le otorgan una seña de identidad indiscutible. Un valle, un pico, un río o arroyo, una playa, un acantilado, una garganta o desfiladero, un molino, una senda, un yacimento arqueológico, una mina abandonada, un bosque, un árbol centenario... Las posibiliades son inmensas. La naturaleza virgen o salvaje siempre es un aliado amable de todo pueblo bonito que se precie de serlo.
Historia, mito, leyenda
Es una especie de ingrediente intangible de un pueblo bonito. Puede ser un devenir histórico singular, pero también un mito legendario o una leyenda que ha ido de boca en boca entre sus moradores de generación en generación. Esa historia, mito o leyenda aporta una dosis de espiritualidad imprescindible para transformar la materia anodina del día a día en evento vital de primer orden. Una roca es una roca: materia inerte que ve pasar la vida sin tener nada que decir sobre ella. Una roca con leyenda, mito o historia es una roca viva que grita ¡yo soy yo y tengo mucho que decirte!
Soledad sonora
Un pueblo bonito huye de las multitudes. Habita contento su propia soledad, que siempre es soledad sonora y amistosa. Un pueblo bonito recibe a sus visitantes atentos con inmensa felicidad. Siempre está dispuesto a desnudarse, a hablar sobre sí mismo, a compartir experiencias y desvelos... A decirse en cada paso y cada mirada. Esa soledad no es soledad patológica, antes al contrario es soledad que invita a la conversación tranquila y amena, sosegada y reflexiva. Si vas a un pueblo bonito siéntate en un banco de sus calles. Y escucha.
Estética y tradición
Los pueblos bonitos son pueblos guapos con tradiciones ancestrales. Su belleza es natural, salta a la vista. Y su personalidad está decantada, como en el buen vino, por años, siglos tal vez, de paciente y esforzado vivir. En un pueblo bonito todo tiene sentido si sabes desentrañar sus misterios insondables.
Limpieza exquisita
Es un factor práctico de enorme importancia, que sus calles, plazas y entorno manifiesten una limpieza cuidada e impecable. Que nada sobre pero que nada falte. Que cada mañana amanezca con la cara lavada y con afán de comerse el mundo a pequeños bocados. Un pueblo abandonado al correr del tiempo, que acumula suciedad y mugre pierde todo interés para el visitante o turista.
Gentes que expresen sus sentimientos
No cabe la menor duda que un pueblo, más allá de sus elementos ambientales, históricos y culturales propios, reside en sus gentes. La idiosincrasia de sus moradores da ese toque sutil e imprescindible para que un pueblo bonito sea el pueblo más bonito entre todos los pueblos bonitos de España o el mundo. Ir a un pueblo bonito supone ver con los ojos y con el interior de cada uno: y hablar con sus gentes. Darse el lujo de que el tiempo no apremie. Las prisas son la peor compañía. Hay que dejarse llevar, pararse, sentarse, conversar... Y, dobre todo, saber escuchar. Cada persona es un mundo si le damos la oportunidad de expresarse.
En Sitios Bonitos tienes los pueblos más bonitos de España. Los tienes en los alrededores de tu domicilio. O un poco más lejos. No vayas a ellos a la velocidad del viento huracanado. Reposa tu mirada para alcanzar el poso singular de un pueblo bonito incomparable.
Puedes repetir la experiencia tantas veces como quieras. Si un pueblo bonito entra en tu corazón, volverás y volverás y volverás...