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Castillo de La Calahorra Granada
Castillo de Gormaz Soria
Castillo de Zafra Guadalajara
Castillo de Santa Florentina Barcelona
Alcazaba-Castillo de Almería
Castillo de Almodóvar Córdoba
Castillo de Alcalá del Júcar Albacete
Castillo de Monterrei Ourense
Castillo de Cardona Barcelona
Castillo de Olite Navarra
Castillo de Belalcázar Córdoba
Castillo de Olvera Cádiz
Castillo de Peñíscola Castellón
Castillo de Vélez-Blanco Almería
Castillo de los Templarios de Ponferrada León
Castillo de Peñafiel Valladolid
Castillo de Manzanares el Real Madrid
Castillo de Ampudia Palencia
Castillo de Coca Segovia
Castillo de Belmonte Cuenca
Castillo de Loarre Huesca
Alcázar de Segovia
Castillo de Butrón Bizkaia
Castillo de la Mota Valladolid
Castillo de Bellver Mallorca
España, tierra de imponentes y espectaculares castillos medievales
Desde lo alto de un castillo se divisa el mundo. Siempre están sobre una colina, roca o promontorio. En mitad de la nada o siendo el edifico más importante de una ciudad.
Ojo avizor, desde el castillo se otea a los enemigos y a los amigos.
Son fortaleza inexpugnables de carácter militar y defensivo.
Según los últimos inventarios hay en España unos 10.300 castillos, aunque se cree que el listado completo podría doblar esa cifra.
Los hay en perfecto estado de conservación, con parte de sus elementos en pie y otros en ruinas.
Gales es el paraíso mundial de los castillos, pero España no le va a la zaga.
Un ránking reciente de National Geographic incluye dos castillos españoles en el Top-15 de los mejores del mundo: el castillo de Loarre y el castillo Alcázar de Segovia.
Un castillo modelo de la A la Z
El adarve
Camino exiguo en la parte más alta de la muralla. Por allí patrullaban los centinelas y desde esa zona se arrojaban piedras y calderos de aceite hirviendo a los que asediaban la fortaleza desde el exterior.
El agujero de asesinato
Encima de la barbacana. Desde aquí se disparaban flechas y se lanzaba aceite hirviendo.
Las almenas
Situadas en la parte superior de los muros o muralla, en los laterales más externos del adarve.
Son pequeñas pantallas protectoras contra los ataques de los enemigos.
Las aspilleras
Aberturas o vanos muy estrechos en muros y torres.
Permitían disparar a través de ellas, protegiendo a los moradores del castillo.
Las atalayas
Torres altas muy estilizadas de escaleras y espacios estrechísimos donde solo entra un persona: el vigía.
La barbacana
En la puerta principal del castillo. Estructura similar al de una torre.
Hacían las veces de control de acceso y salida al castillo.
Forma de adarve ancho y espacioso con casetas para la soldadesca.
Los bastiones
Estructura cuadrada o circular que servía de unión entre dos muros.
Tenía vanos o aspilleras.
Las cocinas
Allís se elaboraban los platos diarios de la comida.
Una cocina bien dispuesta y de alta gastronomía daba mucho prestigio al amo o ama, rey o reina, señor o señora feudal del castillo.
Los establos
Espacio donde dormían los caballos de guerra y también animales para tareas auxiliares o de labranza.
El foso
Gran zanja alrededor del castillo para impedir el asalto a la fortaleza.
Podía ser de agua natural o artificial. Las guas estancadas y no depuradas ocasionaban malos olores.
El gran salón
El centro neurálgico de la vida social del castillo.
En esa enorme estancia se celebraban los pantagruélicos banquetes medievales.
La mazmorra
Cárcel o prisión subterránea con o sin cámara de tortura.
Oscura, sucia y tétrica. Salir vivos de ellas resultaba una empresa casi imposible.
Las murallas
Primero se construyeron de diseño rectilíneo evolucionando a formas angulosas porque desviaban el efecto de los proyectiles en situaciones de ataque o asedio.
Era muy difícil escalar o trepar por ellas.
El patio de armas
El centro de reunión de la fortaleza. En mitad del castillo.
A sus lados se encontraban las habitaciones de los soldados y la capilla.
La poterna
Puerta trasera secreta de acceso restringido.
Solo era conocida por el rey-reina, amo-ama o señor-señora del castillo y su círculo más íntimo de confianza.
El puente levadizo
Solo se bajaba o subía para permitir la entrada o salida de personas autorizadas.
Se disponía sobre el foso y se movía mediante un complejo y eficaz sistema de poleas.
El rastrillo
Puerta de sube y baja en la entrada principal al castillo.
Era un entramado de rejas acabadas en puntas muy agudas y cortantes para proteger el acceso a la fortaleza.
Los torreones
Estaban adosados y perfectamente integrados, desde el punto de vista arquitectónico, a la muralla.
Servían para otear el horizonte, vigilar el interior del castillo y como baluarte defensivo para disparar desde las ballestas.
Lo normal es que una parte se reservara para almacén de granos (cereales).
La torre del homenaje
El área noble por excelencia de todo castillo medieval: el refugio mejor dotado, reforzados sus muros mediante contrafuertes especiales de considerable grosor.
Era la torre principal, la más bella y alta, y lugar de aposento del soberano/a de la fortaleza militar.
En la planta baja no había ni puertas ni ventanas para evitar accesos incontrolados a ella, evitando así la fácil entrad ade enemigos, adversarios o traidores que quiseran acabar con la vida del amo/a del castillo.
Ya lo sabes casi todo de un castillo medieval.
Mira en Sitios Bonitos y vívelo en directo.